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Día Internacional de la Mujer Rural: un tercio de la población mundial que reclama empoderamiento

En el día Internacional de la Mujer Rural, el 15 de Octubre, cabe recordar las cifras que giran en torno a este grupo de población. Representa, según la ONU un tercio de la población mundial.  Según la FAO, en los países en vía de desarrollo son el 40% de la fuerza de trabajo, el 20% en América Latina y más del 50% en África y Asia.

A pesar de este volumen de población, las mujeres se enfrentan a más obstáculos que los hombres. Tienen más dificultades para el acceso a recursos productivos, como la tierra, a servicios como el crédito o la protección social. Y, en muchos casos, incluidos los países desarrollados, las mujeres trabajan sin remuneración económica en las explotaciones agrícolas familiares y su trabajo se entremezcla con las labores domésticas que, también, recaen en ellas.

El compromiso de la ONU para apoyar a las mujeres del ámbito rural se materializa en numerosas iniciativas de trabajo con los diferentes estados. Y cuenta con un programa específico denominado ONU Women que trabaja por el empoderamiento de las mujeres en el ámbito rural. Para esta entidad, “las mujeres son el agente clave para lograr cambios económicos, ambientales y sociales necesarios para el desarrollo sostenible”. “Empoderarlas es clave, no solo para el bienestar de las personas, las familias y las comunidades rurales, sino también para la productividad económica general, dada la gran presencia de las mujeres en la fuerza laboral agrícola en todo el mundo”.

Y todo este compromiso, porque esta entidad considera que “las mujeres rurales garantizan la seguridad alimentaria de sus comunidades, generan resiliencia ante el clima y fortalecen las economías. Sin embargo, las desigualdades de género tales como leyes y normas sociales discriminatorias, junto con un panorama económico, tecnológico y ambiental que cambia rápidamente, limitan su pleno potencial, situándolas muy por detrás de las mujeres urbanas y de los hombres”

Situación actual:

ONU Mujeres cuenta con un informe reciente sobre la situación de la mujer en el mundo rural: En el sudeste asiático y en el África Subsahariana el 60% de las mujeres trabajan en el ámbito rural, seguido por el resto de Asia, Pacífico y Norte de África que son el 30. En Europa y en América del Norte no llega ni al 10%.

Pero la manera de trabajar es diferente, ya que en los países africanos y asiáticos es una economía informal. En general las mujeres rurales tienen peor nivel de vida, salarios más bajos y peor salud, acceso limitado a servicios sociales, pocas posibilidades de ascenso social y ausencia de una voz colectiva y de intermediación.

Además, solo el 13% de las personas que poseen tierras agrícolas son mujeres y las mujeres rurales tiene un 38% menos de posibilidades de dar a luz atendidas por un profesional de la salud, frente a las mujeres de ámbito urbano.

Otro de los inconvenientes de las mujeres en el ámbito rural es que solo el 53% de la población rural y femenina tiene acceso a agua potable y segura. La consecuencia de este desabastecimiento es que son las mujeres y niñas las encargadas del suministro de agua para las unidades familiares, lo que les impide la escolarización, el acceso a empleos independientes, más trabajo doméstico no remunerado, mayor riesgo de mortalidad materna, violencia y estrés psicosocial. En este sentido, más de la mitad de las mujeres rurales no tienen alfabetización básica, lo que implica dificultades para el acceso a mejores empleos, la independencia económica y su mejora social.

Otra consecuencia adicional, es que, de los 3600 millones de personas en el mundo no conectadas a internet, la mayoría son mujeres rurales, más pobres y con menos formación.

Soluciones en positivo:

Para conseguir objetivos que mejoren la situación de las mujeres en el mundo y en el ámbito rural especialmente, la ONU propone políticas en cada país que apoyen el trabajo decente y la protección social, la educación y la capacitación, el acceso a energías sostenibles y tecnología, acceso a agua limpia y saneamiento, eliminación de la violencia y de las prácticas nocivas, la inclusión de las mujeres en la toma de decisiones y en el liderazgo de sus comunidades, y el aumento de la resiliencia de las mujeres ante el clima.

Mujer Rural y Desarrollo Sostenible:

Precisamente, los organismos internacionales prestan una especial atención al papel de la mujer rural en el desarrollo sostenible y en la lucha contra el cambio climático.

La Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible abarca el desarrollo rural y el empoderamiento de las mujeres y niñas del mundo rural y las identifica como un agente fundamental para la lucha contra el cambio climático. Entre otros motivos, porque las mujeres sufren especialmente los efectos de dicho cambio.

En el último discurso del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, precisamente durante la celebración del Día Internacional de la Mujer Rural, el dignatario destacó el papel de las mujeres en el entorno rural porque son un “depósito de conocimientos y habilidades que pueden ayudar a las comunidades a utilizar soluciones bajas en carbono basadas en la naturaleza para lo que la ONU considera como el principal problema de nuestro tiempo”, refiriéndose al cambio climático.

Para la ONU las mujeres del ámbito rural son fundamentales en la recuperación y aplicación de técnicas agrícolas respetuosas con el medio ambiente, son emprendedoras de energía verde y son “una fuerza poderosa que puede impulsar el progreso global”